A lo largo de la historia del ser humano, encontramos que el fuego es un elemento fundamental; se le atribuyen facultades importantes tales como la transformación, la limpieza y la purificación, y al cual se le hacen ofrendas constantemente.
Agnideva, el semidiós del fuego dentro de la tradición védica, es una forma del Señor Supremo que acepta nuestras ofrendas en el acto de consumación de todo lo que se lleva al fuego, es decir frutas, granos, metales y otros ingredientes. Luego, los remanentes de todo esto se distribuyen entre los asistentes. No obstante, lo más importante en estos actos es ofrecer sinceramente nuestro corazón al Señor, implorándole que nos otorgue Su protección, Su guía en la vida, y nos haga instrumentos de Su amor.
En este caso, realizaremos una ofrenda a la Diosa Lakshmi. Ella es la diosa de todas las riquezas materiales (dinero, belleza, buena suerte, salud, prestigio, abundancia) también de las riquezas espirituales y (amor, bienestar, vitalidad, generosidad, desapego, humildad, luz).
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